Arte y Crítica

Columnistas - febrero 2015

Tacita Dean: El último rayo verde

por Juan José Santos

La guerra entre el cine analógico y digital tiene una de sus más cruentas batallas con el trabajo de la artista británica Tacita Dean. Seguramente estaremos de acuerdo en que no tiene mucho sentido seguir viendo películas en 16mm en el 2015. ¿O no?

Desde que el Museo Reina Sofía devolviera a la actualidad los trabajos de José Val del Omar (reactualizándose en la última Bienal de São Paulo) me pregunto si las filmaciones que fueron hechas en 35 y en 16 mm (formatos de película fotográfica con diferentes anchos), es decir, en analógico, deben reproducirse con un proyector cinematográfico, y no plegándose a las ventajas del reproductor digital. Obtengo una respuesta tajante al escribir este artículo.

2001; La artista Tacita Dean está en Madagascar intentando grabar el rayo verde. Un fenómeno óptico que surge, en raras ocasiones, del horizonte, justo en el instante en el que el sol se recoge. Dean está expectante con toda su parafernalia analógica de grabación. A su lado, dos turistas con dos videocámaras que quieren grabar el mismo evento. El sol cae y desaparece. Los turistas ni ven ni graban el escurridizo rayo verde. No se entusiasmen; la artista tampoco.

Tacita Dean, FILM stills, 2011, Installation view, Norton Museum of Art, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York:Paris

Tacita Dean, FILM stills, 2011, Installation view, Norton Museum of Art, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York/Paris

Tacita Dean realizó una obra en la Sala de Turbinas de la Tate en el 2011; “Film” (más información). La proyección de imágenes en celuloide, desde un proyector cinematográfico, sobre un monolito vertical instalado en el Museo. Dean pintó, modificó e intervino los fotogramas con el objetivo de generar una experiencia única al espectador, que era así testigo de un trabajo audiovisual monumental realizado de forma artesanal. A propósito de “Film”, Tacita Dean afirma lo siguiente; “Film es tiempo hecho manifiesto: tiempo como longitud física – 24 fotogramas por segundo, 16 fotogramas en un formato de 35 mm. Son todavía imágenes insertadas movimiento a movimiento, y es eternamente mágico. El tiempo en mis películas es el tiempo de la película en sí”. La artista trabaja manipulando los fotogramas, pero también dando campo abierto a lo inesperado, al accidente, al error, y que de éste surja una creación absolutamente nueva y, en sus palabras, mágica. Su labor es, según dice, “Sobre la fe en lo que ves”. El poeta inglés Alfred Tennyson, nacido cerca de la Canterbury natal de Tacita Dean, es autor de esta sentencia: “Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias”.

Volvamos al intento, casi utópico, de esta artista por plasmar sobre celuloide el destello verde del atardecer. Ni ella ni los turistas –digitalizados– lo vieron ni grabaron. Pero alguna duda (o fe) tendría Tacita Dean cuando quiso revisar todas sus grabaciones en su estudio berlinés. Cuando observó con detenimiento el rollo de ese atardecer en Madagascar lo vio. El rayo verde. El formato analógico registró ese resplandor sobre la línea del océano. El digital, no.

Tacita Dean, FILM, 2011. Installation view, Tate Modern, London. Photography Marcus Leith & Andrew Dunkley, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York/Paris.

Tacita Dean, FILM, 2011. Installation view, Tate Modern, London. Photography Marcus Leith & Andrew Dunkley, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York/Paris.

 

Con esta reveladora (y revelada) anécdota comienza Rosalind Krauss una conferencia sobre el trabajo “Film” de Dean. Con el rayo verde, novelado por Julio Verne en 1882 (con tintes románticos; en el libro de aventuras la leyenda decía que si una pareja veía el rayo verde junta, se enamoraría) y convertido en película (aburrida hasta la muerte) por Eric Rohmer en 1985. Krauss se centra en el mito popularizado por los marineros, que son quienes más veces han visto este fenómeno natural, y que asegura que los testigos del fulgor vivirán cambios positivos o tendrán fortuna en sus vidas. Krauss se hace eco de algunas de las expresiones que utiliza Dean, la pixelación del mundo digital (que dejó a los dos turistas huérfanos de rayo), y la naturaleza indexada de la fotografía analógica. Para rizar el rizo, Rosalind Krauss da cuenta de una ironía; Eric Rohmer, para mostrar en pantalla el maldito rayo verde, tuvo que echar mano de efectos digitales. Los motivos de la defensa de lo analógico coinciden en Dean y Krauss.

Tacita Dean, FILM, 2011. Installation view, Tate Modern, London. Photography Marcus Leith & Andrew Dunkley, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York/Paris.

Tacita Dean, FILM, 2011. Installation view, Tate Modern, London. Photography Marcus Leith & Andrew Dunkley, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London and Marian Goodman Gallery, New York/Paris.

La intriga del registro fantasmagórico de Tacita Dean se basa en la técnica del formato analógico. En celuloide se trabaja con una transición que no existe en lo digital. El sensor CMOS, la tecnología que controla la luminosidad y el contraste en nuestros sistemas digitales de grabación, no es aún capaz de captar matices que sí se registran en el sistema analógico. Nuestras cámaras digitales, smartphones, etc…no alcanzan a recibir la cantidad de luz por píxel que sí es capaz el sistema analógico. Además de que la forma de grabar es diferente (si hablamos de imágenes en movimiento): en analógico no tienes margen de error (solo puedes hacerlo una vez, no hay posibilidad de “borrado”), y como máximo puedes capturar once minutos seguidos. Parecerá una desventaja, pero para algunas personas, como Tacita Dean, es simplemente otra forma de trabajar; “es un medio diferente”. Por lo tanto, “mantengámoslo”. Entramos en un terreno filosófico si analizamos las consecuencias de que hoy en día, gracias a “lo digital”, todo se puede borrar, re-grabar, manipular, etc….de tal manera que ya no haya espacio para el error, y con el analógico, todo tenía que estar muy bien planificado, preparado y ensayado, ya que el más mínimo fallo no iba a poder ser modificado. ¿Cómo afecta este hecho a nuestra concepción y aceptación del fracaso? ¿Y qué valor tiene ahora el éxito?

 

“No creo que en la historia del arte ningún artista se haya visto obligado a perder su principal medio de expresión” protesta amargamente esta artista. En el 2011 tanto la obra como el pensamiento de Tacita Dean originaron un maremoto de artículos y ensayos a favor y en contra, mientras la civilización analógica continuaba su insoldable decadencia. El crítico Miguel Ángel Hernández decía lo siguiente; “Esa preservación de la vida analógica no tiene lugar en el cine, sino en el museo, que en cierta manera comienza a funcionar como hospital, como sala de curas –el término “curador” tomaría aquí un sentido médico– , como un espacio en el que estos medios despliegan una especie de vida artificial, tras haber sido expulsados del espacio al que supuestamente pertenecen”. Parece ser que únicamente desde el arte se pueden salvar éste y otros medios que son abandonados en sus círculos de origen. ¿Cómo ejercicio de excentricidad? ¿De nostalgia?.

JG, 2013, Film still, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London y Marian Goodman Gallery, New York/Paris

JG, 2013, Film still, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London y Marian Goodman Gallery, New York/Paris

En el artículo “Salvar el celuloide” la artista Tacita Dean daba testimonio del fin del analógico, afirmando que no podría continuar su trabajo artístico en dicho formato por cuestiones técnicas; la empresa Fuji dejó de producir rollos de película en el 2013 y Kodak está en concurso de acreedores. Denunciaba una transición hacía lo digital “indecente e irresponsable” y opaca. Su tesis era clara; “El celuloide y lo digital son técnicas diferentes y producen cines diferentes”. Acerca del interrogante inicial, si las obras grabadas en celuloide debían visionarse con un proyector analógico, Dean, en ese mismo artículo, afirma lo siguiente; “Existe un amplio consenso acerca de la falsificación de la experiencia original que supone proyectar digitalmente un clásico hecho en celuloide, puesto que con ello se impide el verdadero encuentro con la obra originaria”. Lo que convertimos cuando pasamos un 16 mm a digital no es un formato incómodo a otro más manejable. Erradicamos su poesía. La magia.

JG, 2013, Film still, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London y Marian Goodman Gallery, New York/Paris

JG, 2013, Film still, cortesía de la artista, Frith Street Gallery, London y Marian Goodman Gallery, New York/Paris

 

Otra de las imágenes con las que juega Tacita Dean en “Film” es la del Monte Análogo. Es una montaña imaginaria, más alta que el Everest, con cualidades mágicas, que da título a la novela inconclusa de 1952 de René Daumal (y en la que se basa en gran medida “La montaña mágica” de Alejandro Jodorowski). Un libro de cabecera de los montañistas, personajes solitarios que se dejan la vida para escalar cimas de más de siete mil metros de altura. Para qué suben montañas. Para qué escribimos. Para qué trabajamos en un formato que están matando.

Para qué perseguimos el rayo verde.

 

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Hay 12 comentarios a Tacita Dean: El último rayo verde

  • Carlos Silva dice:

    Bellas anecdotas, que buen articulo JJ

  • Claudio Guerrero dice:

    Ey, bonito artículo y muy interesante entrada a Tacita Dean. Pero” El rayo verde” de Rohmer es una graaaan película. No me aguanto dejar pasar esa rápida clasificación en fomedad mortal. Concedo que pueda parecer fome. Aunque a mi no me lo parece particularmente, es cierto que el cine de Rohmer es antiespectacular, por llamarlo de alguna manera. Pero hay grandes obras de arte en todos los géneros que son una fomedad bajo criterios regulares en torno a lo que es divertido o no. Viva el buen arte fome. Viva el buen arte divertido.

    • Es fome pero fome mal. Al final ya no quería ni saber si salía el maldito rayo. Rohmer tiene cosas que me han fascinado, como El romance de Astrea y Celadón, pero otras que no se las come ni el ácido.

      • Claudio Guerrero dice:

        Parece que a Rohmer le como todo lo que le he visto. ¿Seré ácido? ^_~

        P.D.: Es de pésima educación esto de comentar cosas que no van al nudo del artículo. Qué voy a hacer conmigo.

  • Me sumo de manera tangencional al debate con Claudio. Creo que películas como el Rayo Verde de Rohmer son digeribles a las segundas veces con un buen tamiz crítico o de reflexión. Como experiencia me agotó, y me parece que la realidad es mucho menos cansadora que la enfática indecisión de la protagonista. Sobre tu artículo JuanJo me parece genial. Leí hace unos años un especial en la Cultura/s sobre Tácita Dean y la encontró total. Aunque creo que las cuñas que colocas con frases suyas me transmiten más una suerte de amargura o voluntarismo que me quita la magia de la propia obra de Dean. Su alegato está demasiado sesgado en un formato que ha trabajo cuando todas las formas de arte han ido cambiando a medida que cambian las tecnologías (el libro ha mutado y con ello la experiencia del libro, pero eso no implica que exista una mejor u original y otra falsa o peor: ¿qué haríamos hoy con esas ediciones de bolsillo versus las dedicadas ediciones de antaño? El cierre de tu artículo me parece mucho más interesante. En ese sentido, no creo que se pueda buscar un propósito o causa a la obra de Dean (salvemus el análogo, como si se está haciendo por cierta parte de la industria cinematográfica). Veo que más que el tema del formato hay una cosa instalativa genial, un tema con la experiencia que se busca ir más allá del cine clásico. Algunas escenas psicodélicas de midnight cowboy, o del cine de Kenneth Anger, tienen esa locura. Mira el docu “Free Radicals”
    https://www.youtube.com/watch?v=lrsGVmuo6R0

  • Nicolás Rupcich dice:

    Hola, me tope con este artículo que en algunas partes se relaciona a temáticas con las que trabajo y hay algunas imprecisiones técnicas que son no menores y son fundamentales para poder hablar del tema con la propiedad que se plantea en el texto.

    Por ejemplo, la comparación del rendimiento la cámara de cine de 35mm con la digital del celular –o las cámaras de los nombrados turistas– esta completamente fuera de escala. Es como poner a correr un Fiat 600 con un Lamboghini Veneno, no hay que ser un experto en mecánica para poder anticipar el resultado. Es confusa dicha comparación entre el celuloide y el CMOS o smartphones, a ratos se pierde el tema del artículo y algunos análisis entre esa épica batalla analógico vs. digital quedan flotando en un nivel superficial. Quizás en su momento el análisis de Krauss hacia mas sentido, pero hoy en día esa imagen ya se esta destiñendo.

    Hoy en día los medios digitales –de alta línea– tienen un rendimiento en condiciones de baja luz y otras prestaciones como los sistemas HDR desarrollados por Steve Mann que “hacen visible” lo que antes fotográficamente era imposible, que entendiendo desde “la tecnología de la imagen” –aspecto que se toma muy a la ligera para análisis sobre la condición de la imagen en la actualidad– lo llamado “digital” si ha ganado puntos frente a lo analógico (si se quiere caer en esos términos burdos) y ya dista poco de poder reproducir el rendimiento óptico del ojo humano. Sí, por siniestro que eso suene.

    Claramente que restringiendo el tema a los formatos cinematográficos aun hay gente que pone las manos al fuego por el film como Christopher Nolan que es devoto del Imax 70mm y personalmente no me atrevería a decir que hay algún equipo digital que logre ese resultado de imagen (pero no por eso inferior calidad), aunque si me atrevo a decir que la distancia se restringe a metros y no kilómetros.

    Un elemento que siempre es importante tener en cuenta para este tema y que se ignora la mayoría de las veces, es el desarrollo técnico de la óptica. Hay maquinaria ya sea analógica o digital que en este momento se encuentra obsoleta, pero los avances en el campo de la óptica desde la observación microscópica hasta la espacial se ha mantenido siempre en otro ritmo y aun son perfectamente utilizables objetivos que ya tienen varias décadas encima. Por ejemplo cuando Kubrick filma las escenas iluminadas solamente con luz de velas en Barry Lyndon con los lentes desarrollados por Zeiss para la Nasa (y modificados especialmente para él), personalmente me parece un gesto en el que el autor se mantiene en una búsqueda de medios de para poder producir determinada imagen y que de hecho gracias a específicos desarrollos técnicos es viable. En relación a lo mismo, por muy 35mm que haya ocupado Dean con lentes low end tal vez la imagen habría sido hasta mas oscura que los turistas “digitalizados” y sus mierdas de handycams.

    Es cierto que el error, el azar, y todos esos fetichismos indexados son propios del uso de medios tradicionales (aunque por convención se asevera que en los medios digitales no son viables siendo que ya hay mas de 30 años de glitch art), y son relevantes al momento de poner las cosas en la balanza, pero como sucede con casi todos los medios o tecnologías de producción de imagen durante la historia, las técnicas que se transforman en antigüedad resucitan bajo el rótulo de lo “vintage” funcionando como sociopatologias-anacrónico-mediales, es decir básicamente: modas, que se pueden encontrar hoy en día por excelencia por ej. en instagram con los hashtags: #film #35mm #filmisnotdead etc. Paradójico romanticismo por decir lo menos.

    De todas maneras esa postura estoica en defensa de determinado medio me parece un poco medieval, si algunos quieren pintar con acuarela bien, si otros quiere crear escenas interactivas para Oculus Rift, bien también.

    Saludos.

    • Gracias por los comentarios!! si leeis bien el artículo, no es una defensa del análogo, sino una reafirmación de la diferencia entre lo análogico y lo digital, a través de la obra de Dean. Son dos medios distintos, no la evolución de uno a otro. No veo la postura estoica en ningún lugar (porque no lo hay). Crear escenas interactivas para Oculus Rift no es una evolución de la acuarela, sino que son dos medios distintos. De lo que habla el artículo es de que no por usar acuarela eres un nostálgico, o un “vintage”, teniendo en cuenta además contexto técnico (siguiendo el paralelismo, si nos imaginamos que ya ninguna empresa fabrica acuarelas, cuando hay artistas que las quieren seguir usando). Y sobre todo, el objetivo del artículo, es afirmar que si algo se ha grabado en analógico, debe ser reproducido en un sistema afín.

  • Aclararte que cuando dices “Quizás en su momento el análisis de Krauss hacia mas sentido, pero hoy en día esa imagen ya se esta destiñendo” parece que hablas como si el análisis de Krauss fue en el siglo pasado. Fue en el 2011.

    • Nicolás Rupcich dice:

      Hola,

      Bueno primero que todo, tu comentario cuando comienzas y dices: “si leéis bien el artículo…” me resulta muy gracioso, bien patriarcal como debe ser y de partida poniendo en claro que el problema no esta en el texto sino en el lector, fantástico.

      Lo que pasa en la obra de Dean en relación al film es principalmente el foco de tu texto y que film y digital son medios distintos, esta claro. Pero en el encabezado se lee: “La guerra entre el cine analógico y digital tiene una de sus más cruentas batallas con el trabajo de la artista británica Tacita Dean”, así determinas un campo de acción y a partir de eso luego en algunos pasajes del texto hablas de aspectos técnicos que son tocados por lo menos de manera bastante ambigua y antojadiza (como los comentarios sobre el CMOS), donde no sugieres, sino que afirmas que los sistemas digitales no lograrían captar la imagen que el analógico si, y bueno sistemas digitales hay muchos por lo que no queda claro a que se refiere el alcance. Hay afirmaciones que quedan como un chaleco bastante grande (sin evidenciar ninguna fuente) y respecto a eso funcionan las precisiones que comente. Entiendo claramente que no buscas plantear una postura sobre que medio es superior al otro (a nivel técnico) porque esa seria realmente la tarea de un técnico especialista, no de nosotros y aun así hay un marco grande donde entra a brillar siempre la subjetividad. Me queda claro que pretendes plantear que un medio es una cosa y el otro simplemente otro, tal como Dean. Pero con esos deslices informativos técnicos que entregas en el texto se genera por lo menos un poco de interferencia.

      En cuanto al planteamiento de los distintos medios que escribí al final del primer comentario, no instalo uno por sobre del otro, planteo de manera muy simple que son igualmente válidos (tal como tu planteamiento, bien con uno y bien también con el otro), por lo que al igual que tu sugerencia del comienzo: “si leéis bien” el comentario veras que no planteo la superioridad de una cosa sobre otra, ni tampoco un proceso evolutivo, sino que preciso objetivamente en aspectos técnicos, que es lo que me llamo la atención en tu texto y que por lo demás son gatillantes de sentido. Ah, y bueno no te parece estoica la postura de Dean, ¿que te puedo decir?…

      Respecto a la lectura sobre análisis de imagen, lógicamente que tan nuevo no hace la calidad ni que tan sagrado es el texto, hay textos aún mucho mas viejos por ej. de Flusser que resultan ser análisis muy interesantes enfocados desde la fotografía pero extrapolables a nuestra “actual visión” y para esa cierta “evolución” del cine y sus características hoy por hoy de todas maneras puede resultar mas interesante leer a un autor como Manovich que a Krauss.

      Entiendo lo que planteas de que si se grabo en film se debe reproducir de una manera afín (como dice Dean), es bastante lógico, por no decir obvio. ¿Pero por qué? mas allá de impregnarle un aura Benjaminiana al ritual fílmico, siendo que como todos sabemos el medio es completamente reproducible, manipulable y maleable. Reitero, entiendo el punto, pero la base argumental que entregas no da a entender muy claramente el porque mas allá que el escudo en el uso de la palabra “magia”. Entiendo la postura de ciertos autores y su fijación a las cualidades materiales de ciertos medios sobre todo frente al abismo digital, pero cualidades materiales las contienen todos los medios y a eso iba con el comentario de la acuarela y Oculus Rift. No que una cosa está sobre la otra por aspectos propios del medio, eso depende de hasta que punto el autor puede exasperar el medio que utilice.

      Hay un contenido que aparece a flote lógicamente en el texto que es el “Medio” en sí como tema y que como problemática hoy en relación a la producción de visualidad es bastante interesante. Actualmente con los desarrollos de la técnica y la postura positivista del arte medial, arduinos, raspberry pi, proyecciones multicanales, alta definición y piezas interactivas, este aparataje medial en muchas ocasiones se transforma en la prioridad por sobre el contenido de las obras y se acercan mas a la industria del entretenimiento que a instancias críticas del lenguaje. Por lo mismo en este escenario que nos encontramos rodeados de múltiples opciones mediales, personalmente creo que no es un mero problema formal tratar estos temas desde una perspectiva mas técnica, ya que ciertos tecnicismos –en una sociedad tecnificada– constituyen la estructura misma en la que se sostiene gran parte de nuestro imaginario y por lo mismo nuestra propia manera de “ver”. Por eso ciertas precisiones en cuanto a lo técnico me parecen relevantes para poder analizar de manera objetiva dicho panorama.

      Espero que nos leamos bien.

      Saludos.

      Ps: La peli de Jodorowsky se llama “La Montaña Sagrada”.

  • Cristobal Cea. dice:

    Hola, me parece muy bien que se escriban articulos como este, donde se problematiza la linea entre “Film” y Video Arte (entre otras cosas), pero como Nicolas, creo que es necesario hacer algunas apreciaciones: El tema del “CMOS” y como lo “digital no es capaz de capturar lo que si ve lo analogo” es tecnicamente una aberracion, y completamente antojadizo.

    Aberracion, por lo que comenta Rupcich: Hace rato que las camaras digitales tienen igual o mayor sensibilidad que una camara de Cine 16mm. Y poner a todas las camaras digitales al nivel de un video de celular -aun cuando es interesante como minimo comun denominador- no es mas que eso: Un minimo comun denominador, una arbitrariedad equivalente a comparar Film Imax con 8mm.

    Ahora, por lo antojadizo (y de aqui puede surgir una conversacion)… hay varios puntos en tu articulo, partiendo por declarar “la guerra entre el cine analogico y el digital”, que establecen una confrontacion entre estos dos medios (y formas) de producir la imagen en movimiento. Pero tengo la impresion de que claramente, en un espiritu que me recuerda a la nostalgia por el Vinilo, la mano esta cargada en favor de lo analogo y su supuesta “pureza”, que permitiria “ver lo que para lo digital es invisible”.

    (“Lo esencial es invisible a los ojos”…. reza el lema del colegio catolico de mujeres Villa Maria Academy, en Las Condes)

    Partiendo de la base de que esta afirmacion es incorrecta en terminos generales (correcta en la situacion particular de dean VS los iPhones), me parece importante indagar en la naturaleza de estas afirmaciones donde lo “analogo” -en base a su indexicalidad-, tiene una supuesta relacion con lo real que lo haria superior a lo digital. Medio que quiebra con la indexicalidad fotografica y permite elaborar una relacion distinta con la temporalidad y la representacion.

    Lo discutible aqui es la indexicalidad fotografica y la manera en que construye regimenes de lo verdadero. Es sabido que la relacion con la verdad manifestada por “lo fotografico” no es una propiedad del medio, sino la consecuencia de un deseo:

    Sander Gilman, Tamara Trodd, Allan Sekula y Didi-Huberman, al referirse al uso de la fotografia durante el siglo 19 (en el contexto de clinicas psiquiatricas), coinciden en el reconocimiento de que “La tecnologia fotografica provee una oportunidad sin precedentes para la construccion de el cuerpo como un conjunto de signos visibles que satisfacen el deseo positivista por evidencia fisica de estados mentales y emocionales invisible”. (Screen/Space The Projected Image in Contemporary Art, Trodd).

    Conocido es tambien, como este deseo desencadeno en la “Performance de lo verdadero”. J.M Charcot y su estudio fotografico de la histeria es un famoso ejemplo de esto:

    “Todos los martes el (Charcot) sostendria audiencias publicas en las cuales daria charlas sobre sus pacientes a una variada congregacion de doctores, estudiantes y publico general, trayendo a sus pacientes para actuar sus sintomas en publico. Via hypnosis el era capaz tanto de suprimir sus sintomas, como de hacerles repetirlos publicamente cuando el lo estimase conveniente”

    Es un ejemplo antiguo, lo se, pero el punto central es que esta “pureza” de lo indexico, su supuesta “objetividad”, esta tenida por lo subjetivo.

    Trasladandose a la tematica del Cine, el problema de que se representa y que se oculta, pasa a ser la manifestacion filmica de los problemas subjetivos del “Index”. Solo por poner un ejemplo, la representacion de Afroamericanos en el Cine norteamericano entre los 20 y 70, donde figuraban como estereotipos sin historia alguna, da cuenta de la enorme falsedad de las pretensiones positivistas del “film”. Artistas como John Akomfrah, Coco Fusco o Renee Green (y por supuesto Spike Lee con Bamboozled!) han estructurado su obra en develar este problema de no-representacion, y lo han hecho gracias al medio de lo digital.

    Lee es tremendamente explicito al respecto como tambien lo es Akomfrah, por que las mecanicas de produccion del cine digital permiten revelar -quizas no el rayo verde grabado con un celular-, pero si la historia de gente que bajo la industria del cine analogo… simplemente no tenia derecho a representacion.

    Entonces, lo que me pregunto es si la imagen filmica, y esa romantica pretension de captar lo verdadero… no es nada mas que una artificialidad develada, precisamente, por el cine digital en su condicion de post-indexico.

    Por ultimo, un comentario aparte sobre el “Curador como Doctor”. Es un temazo ese el de el Cine y el Video Arte en museos. Quizas te interesaria leer un texto de Boris Groys (muy pop hoy en dia ;) que entrega una vision alternativa y una pregunta fundamental: Por que hoy, cuando la imagen es tan fuerte y podemos hacerla tan publica… cuando distribuirla no cuesta nada… porque justo hoy, hay tanto video en los museos?

    Segun Groys, y es una interesante linea de pensamiento (que resumo groseramente) esto sucede porque el video digital es la performance de un archivo digital que es, de hecho, invisible. Hasta ahi la cosa suena medio a Manovich (y el archivo digital pasa a ser el rayo verde)… pero el texto toma vuelo propio cuando define que esta performance, es lo que permite que ese video -que puede reproducirse y copiarse infinitas veces por ser digital- necesita de el curador y el museo para convertirse en un original. El curador, entonces, se vuelve tambien sacerdote.

    Bueno, saludos! perdona por extenderme mucho, pero son temas que me gustan mucho.

  • Cristobal Cea. dice:

    perdon por los acentos y enies. el teclado no tiene.

  • NIcolás, no lo leíste bien, disculpa si suena patriarcal, pero es lo que se desprende de tus comentarios. Efectivamente los aspectos técnicos son tocados de manera ambigua, poco precisa, y hay diferencias entre una plataforma digital y otra. Pero es que mi intención no es entrar en aspectos técnicos, que además no domino, sino, insisto; una reafirmación de la diferencia entre lo análogico y lo digital, a través de la obra de Dean. Son dos medios distintos, no la evolución de uno a otro. Y sobre todo, el objetivo del artículo, es afirmar que si algo se ha grabado en analógico, debe ser reproducido en un sistema afín. Nada más. Cristobal, mi postura no es nostalgica, romantica, yo no declaro ninguna guerra, no hablo de pureza ,ni de verdad, ni de objetividad.

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